Desde hace varios años, nuevos lanzamientos y reediciones lujosas de clásicos en 180 gramos (el peso ideal) permitieron que el vinilo protagonice un nuevo suceso que excede al revival en todo el mundo. En un panorama dominado por las descargas y los formatos digitales, el impacto visual de las portadas y la profundidad y la calidez del sonido de los LPs le otorgan mucho más que un plus al fetichismo melómano. Acaso se trate, también, de un toque de distinción y refinamiento. Las ediciones de artistas locales constituían rarezas, siempre desde la independencia absoluta y cierta periferia, como Pablo Krantz y los Chicos Búfalo, Fun People y Boom Boom Kid o Los Natas. En este panorama, el lanzamiento en vinilo de Miranda es imposible!, de Miranda, y de Fuerza natural, de Gustavo Cerati, marcan el redescubrimiento de ese formato por parte del mainstream.
Desde Miami, Afo Verde, presidente de la Región Latina de Sony Music, establece una analogía de la música con una bebida gasificada: "Se trata de darle al consumidor todas las ofertas. Es como las bebidas, que se venden en botellas de vidrio o de plástico, de litro o en lata. Gustavo tuvo la idea de sacar el vinilo y a nosotros nos encantó, del mismo modo que también incorporamos la tarjeta de descarga Musicpass al formato de CD convencional".
A pesar de que Sony agotó la tirada (dos mil copias), que se consigue a 170 pesos en disquerías, no tiene previstos otros lanzamientos, aunque el ilustrador Jorge Alderete ya entregó los originales para el vinilo de La luz del ritmo, de Los Fabulosos Cadillacs. Ale Sergi, cantante de Miranda!, revela que para editar su último álbum en este formato, hicieron un verdadero trabajo de inteligencia: "Para el cumpleaños de Pelo [Aprile, director del sello], le regalamos una bandeja, a ver si se entusiasmaba. Monoto empezó a coleccionar, pero nos fuimos sumando todos y lo fuimos convenciendo. Entre los cuatro, teníamos una pequeña colección, pero nos faltaba el que más queríamos tener".
Para Sergi se trata de "un hecho artístico. Teníamos el plan de sacar el disco y por eso hicimos diez canciones, cinco por lado. Y decidimos poner fotos nuestras para que quedaran en el elepé, porque como no sabemos si vamos a sacar otro, por las dudas queríamos que fuera una foto grandota. Es un artículo bastante caro y pocos lo van a poder comprar".
En la Banda Oriental del Río de la Plata, No Te Va Gustar lanzó una edición limitada de quinientas copias de El camino más largo. "Emiliano (Brancciari) y yo somos de comprar vinilos y pensábamos en una edición chica. En Bizarro, nuestro sello discográfico, se coparon y derivamos la logística en ellos. Averiguamos para fabricarlo en Brasil y en la República Checa, pero terminamos haciéndolo en Estados Unidos", relata el manager del grupo, Nicolás Fervenza. "Queríamos que tuviera un buen gramaje, buena impresión de la portada y del libro interno con las letras. No tiene un objetivo comercial. De hecho, por esas copias nosotros no cobramos regalías. Regalamos varios, pero lo compró mucha gente. Incluso varios que no tenían bandeja pero querían el objeto."
Se trata de un experimento piloto para el no tan extenso mercado uruguayo, que tal vez le permita a Bizarro lanzar nuevas ediciones en ese formato de clásicos, como Montevideo agoniza, de Los Traidores. "Creo que es muy bueno para la imagen tanto del sello como del grupo. Y además, en Alemania, las únicas disquerías que sobreviven son las de vinilos."
Además de eventos como la Feria de Coleccionismo Discográfico, los puestos de las ferias en los parques Rivadavia y Centenario y las tiendas de venta y canje, en Zival's (Corrientes y Callao) volvieron las bateas XL, con media centena de títulos, a partir de los 175 pesos. El fenómeno coincide con la proliferación de bandejas económicas (unos cien dólares) con salida USB, para rescatar reliquias, rarezas y bizarreadas, de las cuevas a los iPods.
Por Humphrey Inzillo
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