Litto Nebbia celebra la historia del rock argentino con un ambicioso y desmesurado proyecto: un box-set de nueve CDs con ¡196 canciones! y un libro.
Su grabacion demando más de dos años, y hubo que esperar otros dos -que insumieron prolongadas negociaciones entre Melopea Discos y la Secretaría de Cultura de la Nación, que auspició este proyecto- para que la caja finalmente viera la luz. En total, pasaron cinco años hasta la concreción del proyecto, pero la espera no defraudó las expectativas. Por el contrario, cualquiera que se asome a los ¡196! temas incluidos en los nueve CDs (más un librito de 110 páginas) que contiene la caja, se encontrará navegando por un mar de música que alberga múltiples sorpresas y revelaciones, y que trae a la memoria los recuerdos de una historia rica -y en algunos casos, olvidada- que corre paralela a la de su (nuestra) propia vida.
La caja Una celebración del rock argentino lleva como subtítulo Primera generación 1963-73. Nebbia ubica el nacimiento del rock nacional con la formación de su grupo Los Gatos Salvajes en Rosario y llega hasta la aparición de Sui Generis y León Gieco en 1973. El cantante explica que su intención era reunir una especie de "songbook", un muestrario de lo realizado en esos años, con versiones que no calcaran las originales, pero que tampoco las tornaran irreconocibles, alternando temas que la gente recuerda con otros que quedaron perdidos en los pliegues del tiempo. "Para mí, dentro de ese período, están las bases estilísticas más firmes de lo que constituye el rock argentino", escribe Litto en el libro que acompaña la edición, reconociendo lo arbitrario de la elección.
La caja se subdivide de la siguiente manera: el volumen 1 está dedicado a Los Gatos y Los Gatos Salvajes; el 2, a Almendra; el 3, a Moris, Miguel Cantilo, Roque Narvaja y Arco Iris; el 4, a Manal, Vox Dei y Pappo's Blues; el 5, a Pescado Rabioso, Aquelarre, Huinca y Color Humano; el 6 a Sui Generis, León Gieco y Charly García; el 7 se titula Artistas varios y dedicatorias, y abarca temas de una gama de artistas -que va de Alma y Vida y La Barra de Chocolate a La Pesada y El Reloj- e incluye también grupos uruguayos que desarrollaron buena parte de su carrera en Argentina, como Los Mockers, Los Shakers, Los Iracundos y Kano y los Bulldogs. Finalmente, el volumen 8 está dedicado a Spinetta y el 9 a Litto Nebbia (estos dos últimos incluyen temas que se escapan del límite temporal autoimpuesto por Litto, como "Sólo se trata de vivir" y "Seguir viviendo sin tu amor").
Una de las propuestas interesantes de esta producción era que los homenajeados también realizaran su propio homenaje a canciones o artistas que los habían influenciado. Otra peculiaridad fue producir reuniones de músicos que nunca habían tocado juntos, que a veces se encontraron en el Estudio del Nuevo Mundo (de Melopea) para registrar canciones en una o dos tomas. Como ejemplos de lo primero podemos citar a Miguel Cantilo interpretando a Spinetta ("Credulidad"), Spinetta a Nebbia ("El rey lloró"), Litto a Cantilo ("Yo vivo en una ciudad") y Nito Mestre a Narvaja y Arco Iris ("Menta y limón" y "Mañana campestre"). De lo segundo, la versión de "Cruzando la calle" (Aquelarre) por Gustavo Bazterrica con Nebbia, Alejandro Medina y Rodolfo García, es decir, uno de los Abuelos con uno de Los Gatos, un Manal y un Almendra.
Entre los participantes, conviven integrantes de las nuevas generaciones con los históricos, músicos de renombre con otros de culto o poco conocidos. Obviamente, es difícil hacer alguna mención sin que el listado se convierta en algo parecido a una guía telefónica, pero (además de los nombrados) en una recorrida caprichosa por los créditos aparecen Andrés Calamaro, Fito Páez, Pez, Gabo Ferro, Flopa, Ciro Fogliatta, Super Ratones, la Mississippi, Ricardo Soulé, Gonzalo Aloras, Kubero Díaz, El Otro Yo, Lito Vitale, Leo García, Black Amaya Quinteto, Jorge Fandermole, Emilio del Guercio, Los Grillos, Claudio Gabis y los orientales Rubén Rada y Hugo Fattoruso (este cronista, ejem, participó con una versión de "El viejo", de Pappo, en el volumen 4).
Aun con lo monumental del emprendimiento, Nebbia piensa que la producción "resulta minúscula frente al volumen real de lo que se hizo durante estos cuarenta años". Sin embargo, resume, "esta obra trata de conmemorar y celebrar gran parte de lo que pasó. Buenas canciones, buenas letras, buenos músicos, y este sentido trabajo que pretende sumar un elogio sincero a una parte de esta Historia".
Por Claudio Kleiman
FUENTE: rollingstone.com
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